LO BUENO
No quiero ser aguafiestas ni criticón pero cuando crean tanta alharaca alrededor de una cevicheria y uno va y es una desilusion total, pues no queda otra. Tal parece que tenemos para varios años más de la onda culinaria y de Mistura, feria que no he visitado porque francamente, para comer chancho refrito y sanguchones no me voy a meter a una fila de 3 cuadras. En realidad, no hay nada para apuntar en el segmento «lo bueno» que venga a la mente tras visitar la cevicheria de marras.
El tema viene a cuento porque el Mistura 2009, 2010 o 2011, no se qué version, que para el caso da lo mismo, premió al cebiche de tramboyo de la cevicheria Los Piratas de San Juan de Miraflores como el mejor, dándole con eso el espaldarazo (supuesto) de Gaston Acurio . En fin. Al que san pedro se la dio, san ringo se la bendiga, o como sea el dicho, ya entienden a que me refiero.
No fui a Los Piratas movido por la fama repentina que le dio Mistura sino porque fui a visitar a un amigo que tiene un puesto de carne en el mercado de la CT de San Juan de Miraflores. Estaba con unas ganas locas de comerme un ceviche y mi amigo propuso visitar el local ganador, lo que me parecio una buena idea. «Una cevicheria escondida en un lugar caleta como este y premiada por Mistura, debe tener excelente ceviche» me dije. Y me equivoqué de plano.
LO MALO
Para empezar, la cevichería es HORRIBLE. Físicamente, quiero decir. La decoración, la música al max (salsa en el primer piso, rock de los 80 y 70 en el segundo) y las mesas pequeñas y sillas incómodas. Hay una escalera de semicaracol para ir al segundo piso, pero es del ancho de mi laptop. Uno sube y los mozos bajan con bandejas y platos y hay que acomodarse como si uno estuviera en una combi repleta para poder pasar. Pero todo eso pase si cuando quieres baño vas y encuentras algo pulcro y con buen olor. El baño del segundo piso, donde nos instalamos, estaba malogrado por lo que nos derivaron al primer piso. El bañujo era del tamaño de una ratonera y lo peor del caso, la bombilla de luz estaba quemada. Cerrabas la puerta para darte algo de privacidad y no te veías ni el marco de los anteojos. Decidí postergar mis urgencias fisiológicas para otro momento en unos servicios higienicos decentes (terminé yendo al mercado y pagando mis 50 centavos).
LO FEO
Como esperábamos a otro comensal pedimos una porcion de cebiche de pescado y pulpo para 3 (esta combinación no estaba en la carta). El ceviche tardó mucho y finalmente llegó en un plato muy grande. A primera vista parecía que nos sirvieron «bien despachado» por lo abultado de la presentacion. Luego, al hacer una prospección tipo minera con el tenedor, nos dimos cuenta que bajo los 4 (cuatro, exactamente) pedazos de pulpo y los irregulares trozos de pescado blanco había un cerro de cebollas. Engañamuchachos es algo inaceptable en un establecimiento que se precie y que no cobra precisamente una bagatela (nos clavaron 39 soles por el mamarracho).
El ceviche tenía, como dije arriba, 4 (cuatro) trozos de pulpo, cortados groseramente, o sea, eran cuatro bloques de dos pulgadas de largo y media de ancho. Estaba sobre cocido, blandengue y sin tono al morder. El pescado era un mix de trozos largos de carajito* (no me jodan, pero por 40 soles el plato no me des carajito, el pescado mas barato del terminal pesquero) combinado con cubos de otro tipo de pescado, que me pareció era lisa. Eso es en sí una falta de respeto. Pero el colmo fue que el cebiche no tenía sabor a nada. No tenía sabor a cebiche. Ni ácido ni picante ni salado, nada. Le pasé la queja al mozo que imagino, no se la pasará al dueño o al administrador. Salimos del local con el mal sabor de haber querido comer un rico cebiche y terminar comiendo un plato de quinta categoría.
VEREDICTO
No le recomiendo esta cevichería ni a mi más acérrimo enemigo.
*Carajito, ver ficha del IMARPE, click aquí