
Hace algunos años el celebrado crítico literario y poco reconocido escritor, Ivan Thays, se bronqueò con medio Perù por atreverse -oh insolencia oh vejamen- a criticar la calidad de la comida peruana. Ha pasado el tiempo, se calmaron las aguas y la tormenta virtual desatada por innumerables patriotas que defendieron nuestro orgullo nacional a punta de inflamada retórica y condimentado insulto, ha sido olvidada.
El comentario central de Thays, recogido por La Republica, decía que “la comida peruana es indigesta y poco saludable, un verdadero petardo de carbohidratos al cubo” lo que despertó comentarios muy sabrosos, en su mayoría condenatorios, de las palabras del chupatintas, quien, a mi parecer, hizo su nota de blog buscando una notoriedad que le es esquiva como autor. No he leído sus libros pero sabiendo que recomienda a sus alumnos de literatura que vean seinfeld y otras sitcoms, prefiero abstenerme. Aquí uno de los indignados comentarios publicados en la web de LR:
12 de febrero de 2012 | 22 hrs
indignada escribe:
Que tristesa es reconocer que el peores enemigo del peru. Son los propios peruanos. Ver a este Don nadie cobarde haciendo esas alegaciones bajas. No se compara a la indignacion de ver que a cada alienado que piensa que criticar a este Senor es concepto de inferioridad. Mas bien atacar a tu paid es tener el complejo de inferioridad. Ahi que estar orgullosos details nuestros recursos; comida y cultural.
No me desvio mas y vuelvo al tema gastronómico (que palabrota para lo que es comida), que hizo volar la olla a presión de los complejos peruanos, un agregado de populachos de diferente estirpe, cuyo sector más «emblematico» –al menos el mas representado en la racista publicidad local- se ha embarcado en una lucha cósmica para sentir que tienen una verdadera identidad nacional y cultural. Hoy en día esa lucha a muerte por la identidad cultural tiene como estandarte la tan mentada (en Perú) comida peruana.
Olvidemos pues, a Thays (no será muy difícil puesto que si uno lee los comentarios la mayor parte de opinadores parece no saber quién es) y vamos a los mitos que ese sector económico y social ha creado para que en el imaginario de los grandes populachos históricamente marginados del Perú, la comida sea motivo de orgullo nacional y de aglutinamiento cultural.
Revisaremos, en proximos posts, algunos de estos mitos. Y que quede claro que ser critico de una actitud no significa reconocer que se puede comer muy bien en el pais de Bolognesi, Tupac Amaru, Laura Bozzo y Vladimiro Montesinos.